*JUAN BAUTISTA MORILLO.* El mito

 

*JUAN BAUTISTA MORILLO.*El mito.

*Por Jose Manuel Tallaferro*

Los que somos oriundos de Puerto Cabello, lo hemos oído nombrar muchas veces, pero los que no, cuando van a las playas o de paseo a las costas porteñas, observan una especie de capilla que se encuentra en el lado norte justo antes de llegar al cementerio Campos de Paz, después de la urbanización vista Mar. Justo cuando se pasa por allí algunos conductores tocan sus cornetas, dos veces, en señal de respeto y además, para que los proteja en su viaje, estoy hablando de: Morillo, pero ¿Quien fue este personaje venerado popularmente por los porteños? ¿Existió en realidad? Muchos creen que fue un maestro, otros un sacerdote, otros un gandolero. Desafortunadamente no pude conseguir ningún registro oficial sobre él, pero según cuenta la leyenda popular, Juan Bautista Morillo fue un humilde caballero que se dedicaba a vender legumbres, hortalizas, agua y hasta flores para las damas de Puerto Cabello, en su carreta de madera que impulsaba con la ayuda de un modesto asno.

No hay registro de transito accesible, no obstante se dice que murió arrollado por un automóvil, por allá en el año de 1920, cuando Morillo se dirigía en sentido Taborda-Santa Lucia, a un rincón de la ciudad para ofrecer sus productos.

Cuentan, que iba a llevar agua al poblado de Santa Lucia. Se cree que el hecho ocurrió exactamente en el sitio donde actualmente se encuentra la antigua capillita desde hace más de 80 años.

La historia de cómo nació la leyenda del ánima de Morillo comenzó pocos días luego de su deceso, cuando un caminante que transitaba por la zona donde falleció, colocó una cruz de madera, como símbolo de remembranza y respeto hacia el humilde trabajador. La via fue creciendo, conforme crecía la población. De allí muchas personas comenzaron a solicitar favores e incluso a pagar promesa, dando testimonio de haber sido cumplida su solicitud.

De la noche a la mañana, el mito  fue extendiéndose hasta llegar a cruzar las fronteras de Puerto Cabello, llegando a tener seguidores y afectos en zonas como Aragua y la capital, donde muchos aseguraban buena fortuna, por gracia del anima de Morillo.

Pero no solo le solicitan buena suerte en los juegos de envite y azar, también se le pedía para conseguir un trabajo de alto cargo, pasar los exámenes de la universidad, liceo o colegio, protección para la familia e incluso protección al momento de realizar viajes. Pero hay un detalle muy preciso cuando se le pide un favor al ánima de Morillo: El favor concedido por el ánima, tiene que ser cancelado; es decir, hay que cumplir con la promesa hecha con anterioridad. De lo contrario la mala fortuna recae sobre el solicitante. Asi lo cuenta: Grisseld Lecuna García, quien nos indica que la devoción por esta persona de origen humilde se ha arraigado profundamente  en el pueblo carabobeño, en virtud de la respuesta, que según los pobladores el ánima de Morillo les concede, tal es el caso de un politico de la zona, quien en virtud de los favores recibidos durante una "enfermedad"  que asegura haber padecido, durante su gestión como alcalde, decidió ampliar y mejorar las instalaciones de la pequeña capilla que antes existía, convirtiéndola en una capilla de gran capacidad, con estacionamiento incluido al lado de su simbólica tumba. Esta leyenda es una de las más conocidas y querida de propios y extraños, que perdurara por mucho tiempo pues ya forma parte de los mitos y leyendas de nuestra zona porteña.

Ahora, cuando pases por allí, toca la corneta en señal de respeto a un personaje fruto del folklore popular que fortalece nuestra amplia y rica herencia cultural. Y sobre todo cuenta y comparte esta historia

Eso SOMOS, SOMOS HISTORIA…Comparte estas crónicas con tus familiares, y conocidos, así otros conocerán este fragmento de la historia. Eso es trascender…

*Fuente*: El balcón de la historia

                  Grisseld Lecuna García

*Autor *: Josè Manuel Tallaferro. 2018