Llegò a las puertas del Cementerio... pero no murio.
Llegó a las puertas de Cementerio al estrellar su avioneta, pero no murió.
Por: Jose Manuel Tallaferro ©
Nuestra ciudad está llena de historias fantásticas y admirables, que valen la pena destacar, desde los comienzos de aviación civil en Valencia en 1946, han ocurrido hechos lamentables con terribles pérdidas humanas y materiales. La historia que les relato a continuación, ocurrió el 22 de mayo de 1990, una tarde a eso de las 5:15pm, por más inverosímil que parezca, en el cielo de la ciudad industrial, se encontraba una Avioneta Cessna 206, realizando actividades comerciales y de publicidad, predominaba un buen tiempo. De pronto, y sin que su piloto pudiera hacer lo contrario, se quedó sin combustible, era pilotada por: Luigi Aniano Espinel (1954-2019), a quien tuve la suerte se conocer por su trabajos fotográficos.
Nos cuenta el mismo Luigi, que en realidad, cuando se quedó sin gasolina en el aire, intentó aterrizar en el cementerio; pero sabía que las estructuras que estaban en las tumbas, harían más abrupto y peligroso el aterrizaje, de pronto, en un abrir y cerrar de ojos, como quien recibe una luz, divisó la avenida Lisandro Alvarado, completamente despejada, cosa que no era muy frecuente, y entonces en cuestión de milésimas de segundos tomo la decisión de aterrizar en la amplia vía. Ese día por todas las maniobras que había realizado Espinel, las autoridades de seguridad habían acudido rápidamente a la avenida e instalado una logística de emergencia en el sector, bomberos y policías despejaron parcialmente la avenida, temiendo lo peor, sobretodo un incendio. Cuando se bajó del avión, como quien se baja de un automóvil, no obstante, aun palidecido y taquicardico, ante la estupefacta mirada del portugués dueño del abasto que le quedó al frente, este lo saludó y le preguntó, “¿Qué quieres?…”, a lo que Don Luigi respondió: “Un cafecito estaría bien”. Como es de imaginar, toda la gente se aglomeró alrededor de avioneta siniestrada, llegaron los bomberos y demás autoridades y la hazaña quedo en la memoria de todas las personas y transeúntes que presenciaron tan insólito acontecimiento, muchos observaron una avioneta intentando aterrizar sobre sus cabezas y realizaron todo tipo de maniobra para evitar que esta les cayera encima, la pericia y la buena fortuna hicieron que nuestro piloto estrellara su avioneta en las puertas del cementerio pero, no murió en el hecho.
Como era de suponer, le quitaron la licencia de piloto, pero siguió volando de copiloto y se convirtió en fotógrafo como hobby. Tenía espectaculares imágenes de Valencia, tomadas desde arriba y desde abajo. En el año 2019 Don Luigi murió en su cama víctima de una enfermedad, pero no murió en aquel incidente que casi cuarenta años atrás le había presagiado la muerte. Eso SOMOS, SOMOS HISTORIA…Comparte estas crónicas e historias con tus familiares, y conocidos, así otros conocerán este fragmento de nuestro ayer. Estimulemos la lectura en nuestros jóvenes, no hagamos apología a la estupidez.
Fuente: Diario Noti-Tarde 1990
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Realizado por: Jose Manuel Tallaferro. 2020
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Portada del diario de esa época. |
Excelente y a la vez sorprendente amepdota. Da cuenta de la pericia que tenía como piloto...
ResponderEliminarSi recuerdo esa noticia en esa fecha,
ResponderEliminarLo recuerdo, yo vivo cerca de ahí, en la comunidad de 1ero de Mayo
ResponderEliminarDios le dio otra oportunidad y pudo disfrutarla
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