Caraotas con Espaguetis

Por: José Manuel Tallaferro F. ©2023

Recientemente tuve una pequeña charla con un familiar durante un almuerzo, en el ínterín de la comida, me comenta que: La familia de su esposo, No come caraotas con pastas, porque lo considera “comida de pobres” y además una “aberración gastronómica”. A lo que le pregunté:

- ¿Y eso? – Respondiéndome súbitamente

- Claro ¿te imaginas algo “italiano” con caraotas?

Pueden imaginar mi reacción, de escuchar semejante barbaridad. Y recordé una famosa frase que dice: “La ignorancia es atrevida”. A lo que le repliqué:

-¿Y quién te dijo que los espaguetis son Italianos?.

Mi pasión por la historia, es sólo comparable a mi pasión por la cocina y sí algo he descubierto en estos casi sesenta años de recorrido, es que ambas (cocina e historia) han viajado juntas a lo largo de la presencia de la especie humana sobre la Tierra. Y esto se debe, a que cuando un pueblo es conquistado por alguien, el conquistador debe alimentar a su ejército y solo tiene dos opciones: Aprende a comer la comida del lugar u obliga a los conquistados a prepararles los alimentos a su manera y es, en ese momento, cuando la mezcla de culturas hace lo suyo y esto, no solo ocurre en la cocina, sino en todos los ámbitos: social, étnico, cultural etc., etc. Esto hace que casi todas las comidas del mundo sean como el genoma humano, que tiene elementos multi-étnicos por la inmensa cantidad de entrecruzamientos que se han suscitado.

Así pues, aunque muchos no lo saben, la pasta, no es originaria de Italia, su origen se remonta a China y Medio Oriente, asociado invasiones y conquistas relacionadas con la ruta de la seda. Se cree que 1000  años antes de Cristo, los chinos preparaban fideos a base de harina de arroz y algunas leguminosas, y atribuyen al comerciante y mercenario Italiano Marco Polo y a sus tíos Mateo y Nicola, la introducción de la pasta en Italia por allá en el año 1271, según otros registros indican que la preparación de la pasta con trigo duro, se hacía ya desde en el año 800 después de Cristo producto de las conquistas Musulmanas a Sicilia, en fin lo que sí está claro, es que no es de origen italiano. Por otra parte, los frijoles negros o caraotas son de origen mesoamericanos y se utilizan  en las cocinas  de Brasil, Cuba, Guatemala, Islas Canarias, México, Venezuela, la Costa Caribe y la Orinoquia colombianas, no obstante se le puede encontrar  también en Asia en la comida Coreana y China formando una mezcla fermentada y  ¿adivinen con qué de acompañante?. Si, con fideos y se llama: Jajangmyeon (zazanmian). Este plato coreano, tiene un agradable sabor dulce que mezclado con la untuosidad de la pasta y los vegetales añadidos, lo hacen muy agradable al paladar, pese a no tener aspecto francés.

Las caraotas con espaguetis, es un plato que alguno “venezolanos” "por complejo" niegan; por considerarlo un plato de pobres, de rotos, de incultos. El delito de este plato es no tener nombre italiano. Un plato de anécdotas, que muestran nuestros complejos, como por ejemplo cuando en la década de los 50 del siglo XX nuestra primera Miss Mundo la hermosa y fallecida, Susana Dujim le comentó cándidamente a un periodista venezolano, que la llamaba a Londres para felicitarla, que le hacían falta sus espaguetis con caraota y su declaración hermosa e inocente, pasó a ser la comidilla de la “high society” caraqueña porque denotaba la traición  que el origen humilde de la bella reina, le habían jugado.

Como pueden ver, no existe nada absoluto en la comida, de hecho, es para hacer volar la imaginación, la próxima vez que consideren una comida una aberración o “comida de pobres”, recuerda que toda la comida del mundo tiene una riqueza intrínseca: La riqueza espiritual que proviene del Dios Supremo y la cultural e histórica de su origen, formada por más de 10.000 años de historia, de triunfos y fracasos, de conquistas y conquistados, de pobres y ricos, de sangre sudor y lágrimas. Nuestra pasta con caraotas, es un híbrido que nació hace muchos años, producto quizás de la mezcla de los primeros italianos que llegaron a nuestra patria, que añoraban su: "penne con faglioli neri, olio e parmigiano riggiano"  y algún venezolano de origen humilde o no, ideó cruzarles y pese a su no muy atractivo aspecto, es innegable que donde quiera que estemos los venezolanos, esta maravillosa combinación de sabores acompañada de otra posible “aberración”; la mayonesa, el azúcar y/o queso blanco, que algunos comensales le adhieren, nos evoque un recuerdo sublime  de nuestra maravillosa patria y nuestra muy añorada y entrañable infancia. Más aún a aquellos que están en el exilio circunstancial. ¡Eso somos… somos historia!!!. Somos... Venezuela

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José Manuel Tallaferro F.

Agosto 2023

Fuentes:  Armando Escannone, Prensa de la Época, Fotos: Créditos a sus autores.

Nuestra niñez y las Caraotas con pasta crecieron juntas

Nuestra Caraota con espaguetis

Jajangmyeon de origen Coreano